Se toman muestras de concreto recién preparado para analizar sus propiedades y asegurar que cumpla con las especificaciones de calidad antes de su colocación.
Se mide la fluidez y trabajabilidad del concreto fresco mediante el ensayo de cono de Abrams, lo que permite evaluar su consistencia y facilidad de colocación.
Se calcula la densidad del concreto en estado fresco o endurecido, lo que permite conocer su peso por unidad de volumen y garantizar la uniformidad de la mezcla.
Se establecen las proporciones adecuadas de cemento, agregados, agua y aditivos para obtener un concreto con características específicas de resistencia y durabilidad.
Se realizan pruebas especializadas para verificar la resistencia, durabilidad y desempeño de concretos con resinas poliméricas en distintas condiciones.